En la céntrica calle Infanta y muy cerca de la Universidad de la Habana se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Aunque no es una iglesia tan popular como la Iglesia de Regla o la Iglesia de la Virgen de la Caridad, casi todos los que viven o visitan la Habana han pasado en algún momento frente a su pórtico. Sin embargo, pocos cubanos conocen la historia de este bello templo religioso o su valor arquitectónico.
Nuestra Señora de la Virgen del Carmen, es la Patrona de los Marineros. También es conocida como la “Flor del Carmelo” o “Estrella del Mar”. Esta Virgen es venerada en muchos países de Iberoamérica y su festividad se celebra el 16 de julio.
Los orígenes de este templo religioso en La Habana se remontan a finales del siglo XVII, bajo el nombre de Iglesia de San Felipe de Neri. Durante el siglo XVIII el templo pasa a mano de los Capuchinos y posteriormente pasa a cargo de la Orden de los Padres Carmelitas Descalzos, adoptando el nombre de El Carmen.
Fue a principios de 1920 cuando la Orden religiosa, debido a problemas de espacio adquirió el terreno donde se encuentra la estructura que hoy conocemos. Este bello templo fue inaugurado en 1927.
Los que transitan por la calle Infanta, se quedan fascinados con los elementos que sobresalen en su fachada, sus arcos, columnas y molduras, principalmente en su pórtico principal. Tiene una estructura compuesta de tres naves y dos torres de diferentes tamaños.
La torre central y la más pequeña, culmina en cúpula rematada por una pequeña cruz. Mientras que la torre principal, es un campanario y sirve de pedestal a una escultura de la Virgen del Carmen.
Sin dudas, el símbolo más distintivo de esta Iglesia es su colosal escultura. Fue realizada por el escultor italiano Guido de Michel y colocada en abril de 1927. Se cuenta que para colocarla en su posición actual, fue necesario subirla por dentro de la torre campanario.
Esta escultura tiene una altura de 7.5 metros de altura , pesa nueve toneladas y puede ser vista desde cualquier punto de Centro Habana.
Muestra a la Virgen del Carmen coronada y vistiendo una larga túnica. Sostiene la Virgen a un niño en su brazo izquierdo, mientras que su brazo derecho se muestra abierto, como una madre dispuesta a acoger en su regazo a todos sus hijos.
La verdadera belleza de este templo radica en su interior. Sorprende al visitante la majestuosidad del altar y el púlpito tallado en madera. Tiene 10 retablos barrocos del siglo XVIIIl. Estos fueron trasladados desde San Felipe Neri, templo donde radicó primeramente la sede de los Carmelitas Descalzos.
Los hermosos frescos, fueron pintados por el artista madrileño Antonio Martínez Andrés. También llama la atención, el deslumbrante mosaico de estilo sevillano en todo el zócalo de la iglesia y en sus columnas. Todos estos elementos constructivos y decorativos, la convierten en una de las más bellas iglesias de la ciudad.
Sin dudas, la próxima vez que estemos en la Habana, no podemos perder la oportunidad de admirar de cerca tanta belleza y quizás hasta nos animemos a rezar nuestra Oración a la Virgen del Carmen.
“SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES”
(oración especial a nuestra Señora del Carmen)
“Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén.”