En el mundo existen miles de variedades y modos de realizar “una buena pizza” y, por supuesto, nosotros los cubanos también tenemos nuestra manera muy particular de comer este delicioso alimento.
La pizza es el alimento estrella para las personas que trabajan fuera de sus domicilios, en cada barrio a la hora del almuerzo se encuentran abarrotados las cafeterías donde la pizza tiene una alta demanda y es una tabla de salvación para socorrer el hambre cuando estamos realizando trámites o compras.
En la capital, sobre todo, existen lugares emblemáticos como la pizzería Cinecitá o la céntrica cafetería Habanas Pizza, ubicados en el corazón del Vedado, que son del gusto de los comensales cubanos y que forman parte del día a día de los cientos de personas que acuden a ellos regularmente día.
Guardado en la memoria de cada cubano siempre quedará el timbiriche o kiosco donde al salir de la escuela comprábamos una pizza para “matar el hambre”, o el lugar donde parábamos la fiesta para rellenar el estómago con una napolitana y después seguir la rumba. Se convertía en la alternativa perfecta cuando mamá no quería cocinar los domingos y te mandaba (pozuelo o plato en mano) a la cafetería de la esquina a comprar pizza.
A pesar de que la variedad cubana sustituye ingredientes como el aceite de oliva por aceite vegetal y suprime el huevo y la leche, su precio barato y rico sabor hacen de la pizza cubana un plato infaltable en cada establecimiento restaurante, cafetería o paladar que desee mayor clientela.
Las diferencias con su antecesora, la pizza italiana, son el agrego de pimienta negra que se le hace a la masa cuando se está elaborando, así como la forma redonda y gruesa, imprescindible para ser catalogada de cubana. Mientras que la masa de la original italiana es crujiente y estirada, la variante cubana es más suave y esponjosa.
Para su realización, la cubana cuenta con moldes de diferentes tamaños para la masa y se suprime la albaca presente en la italiana para cubrir la parte superior de la masa con queso blanco y vita nova mientras en la italiana se utiliza tomate triturado y queso mozzarella.
Sin embargo, ambas están unidas por la razón que dio inicio a su producción, mientras que la pizza italiana surgió como una solución para el hambre que azotaba a Italia en la Edad Media, la pizza cubana adquirió notoriedad debido a la necesidad de sustituir elementos como el acite de oliva por su encarecido valor e intermitente disponibilidad.
Su precio varía dependiendo del establecimiento, pero mayormente tiene un precio regular de 10 CUP, llegando en algunos casos a 12 CUP o 15 CUP, por lo que se considera muy barata, lo que aumenta su popularidad.
Este sencillo y gustado plato se ha insertado en el corazón de los cubanos, quiénes ya lo incluyen dentro de la cocina endémica de la Isla, por lo que, si quiere un pedacito de Cuba, no espere más, corra a ordenar su pizza cubana, y comparta este post en las redes sociales para darla a conocer entre sus amigos.